Historia
La familia Lartigaut
El territorio montañoso que compromete nuestra finca cafetera data de 1857, cuando Miguel Lartigaut & Pouchel, proviniente de Córcega, Francia, comenzaron a adquirir las primeras cincuenta 50 cuerdas de tierra (una cuerda equivale a 0.971 de acre). La propiedad se incrementó aún más con la compra de 75 cuerdas adicionales cuando el Sr. Lartigaut las compró el 15 de febrero de 1877 a Antonio Ramírez. El nombre original de la finca, Hacienda La Juanita, posiblemente se relaciona con una de las hijas del Sr. Lartigaut, Juana Lartigaut o a su madre Juana Pouchel.
En 1907, tras la muerte de su marido, la viuda de Miguel Lartigaut & Pouchel, Doña Ana Mignucci & Calderai, registra la finca a su nombre y a sus hijos en 1913.
Según el Registro de la Propiedad de Puerto Rico, la finca de 125 cuerdas incluía la casa principal de la familia, una máquina de café para remover pulpa, un depósito de café con seis pasillos de madera, un depósito de café con un glacis, una tienda y quince (15) “bohíos” (chozas) para empleados agrícolas.
A fines de la década de 1960, aproximadamente 50 cuerdas se segregaron en la finca actual.
De 1980 hasta principios de 2000
La familia Lartigaut fue propietaria de la finca durante aproximadamente 100 años, pero en la década de 1980 la mitad de la finca pasó a manos de diferentes propietarios, entre ellos un conocido productor de café, Ignacio Pintado García. A lo largo de esta década se desarrollaron caminos para jeeps y camionetas en sustitución de las mulas que solían transportar el café. Además, los edificios de madera fueron reemplazados por estructuras de hormigón y concreto. Durante el mandato de Pintado García como propietario, la producción de café de la finca estuvo relacionada a unas de las marcas más importante durante la época que logró mucha fama tanto en Europa como en Japón.
En 1998, la finca fue completamente devastada por el huracán Georges, pero posteriormente fue replantada por completo.
Hoy día
En 2017, año en el cual el huracán María destruye la finca entera, se le cambió el nombre a la propiedad a Hacienda Mireia, en honor a Mireia Casamitjana Roig, quien se mudó a Puerto Rico desde Barcelona ese mismo año por amor a su pareja. En 2020, se instaló un nuevo equipo de procesamiento de café en la finca para continuar la tradición de elaborar una operación de café especial.
